El secreto se encuentra en los iones de litio; al intercambiar un electrodo convencional de material de grafito de una fina lámina de papel de aluminio-litio metálico, ésta puede almacenar más iones de litio aumentando así el almacenamiento de energía.
De acuerdo con Technology Review,
"El metal de litio tiende a reaccionar con el electrólito de una celda de batería, formando compuestos que atrapan los iones de litio y les impiden la generación de corriente eléctrica, disminuyendo de manera constante la cantidad de energía que la batería puede almacenar. La reacción también crea dendritas, clavos de metal que pueden causar cortocircuitos que generan calor suficiente para encender el electrólito inflamable."
La solución propuesta por SolidEnergy es utilizar tanto un electrólito sólido como uno líquido. El electrólito sólido se aplica a la lámina de litio-metal, los iones no tienen a dónde viajar a través de este delgado material, por lo que no importa que se muevan lentamente. Una vez que los iones viajan a través del electrólito sólido, alcanzan al líquido, que proporciona un camino entre ambos. A diferencia de los electrólitos líquidos convencionales, éste no es inflamable. Y tiene aditivos que evitan que el metal de litio pueda reaccionar a él y formar dendritas.
Como en otros casos vistos anteriormente de propuestas milagrosas en cuanto a consumo de energía, nada se encuentra escrito del todo. Por ahora los prototipos de alto rendimiento deben ser cuidadosamente analizados y hay mucho por hacer antes de que puedan empezar a producirse de manera masiva. De todas maneras la opción de SolidEnergy parece ser una de las más prometedoras de los últimos tiempos y sólo resta esperar que se concrete satisfactoriamente.
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