Ya lo habíamos anticipado, la compañía Hewlett-Packard está sufriendo diversos cambios tanto en su organización como en la plana de trabajadores. A fines de agosto, la fabricante de computadoras dio a elegir a sus empleados entre ser despedidos sin indemnización o aceptar contratos sin beneficios. Esto, debido a la división de HP en dos empresas diferentes que finalizará el próximo 1 de noviembre.
Para este proceso, la compañía de Palo Alto despedirá a 30.000 empleados, afectando a un 10% de trabajadores. Meg Whitman, presidenta ejecutiva de HP, señaló que este recorte es necesario ya que permitirá que la sociedad que surja del proceso de transformación sea más competitiva y tenga una estructura de coste que pueda mantener.
En total, con esta medida la compañía espera ahorrar cerca de 2.700 millones de dólares. Según consigna El País, HP está siguiendo los pasos de IBM, que decidió vender el negocio de computadores personales a Lenovo para dedicarse de lleno a las empresas. De la misma forma, estos cambios responden a la crisis por la que pasan las ya viejas compañías tecnológicas de Silicon Valley.
Una vez realizada la partición, la división ocupada del negocio de empresas será denominada HPE. Esta opción fue planteada por primera vez en 2011 por Leo Apotheker, unos meses antes de renunciar al puesto que hoy ocupa Meg Whitman. Sin embargo, los inversores tienen dudas que este proceso realmente sea fructífero debido a la baja en su valoración en la bolsa.
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