Chile era el país líder en adopción de nuevas tecnologías en Sudamérica hasta que la red 4G LTE llegó a nuestras vidas. Dicha nación tardó más de dos años en implementar las antenas en toda la extensión de su territorio, quedando así muy por detrás del resto de la región. Si a lo anterior le sumamos el constante retraso que sufrió la concesión de la banda de 700 MHz -además de todas las barreras que los pequeños operadores han tenido que sortear para poder abrirse paso en esta área-, el panorama no se ve nada alentador para los chilenos.
Recientemente pasó por Chile el presidente de 4G Americas, José Otero, quien en una entrevista al Diario Financiero, dijo:
"La impresión que me llevé es que antes de que concluya el año, finalmente la banda de 700 Mhz será entregada a los operadores. Esa es la sensación. No noté un sentido de urgencia por parte de las autoridades de acortar los plazos para entregar la banda".
Lo anterior también contrasta con lo que otras naciones se encuentran realizando hoy por hoy, las cuales aceleran lo más posible la entrega de redes 4G, con tal de estar a la vanguardia en cuanto a nuevas tecnologías móviles se refiere, exceptuando los casos de El Salvador, Nicaragua y Cuba, quienes aún no cuentan con estas redes. "En general, la idea de los gobiernos es, además de otorgar espectro, adoptar medidas que faciliten la instalación de infraestructura y la llegada de dispositivos", declaró Otero al DF.
Pero no todo es oscuro para Chile, ya que la red de fibra óptica que hoy posee gran parte del país, podría ser clave a la hora de instalar redes 4,5G LTE-Advanced en territorio nacional, y al mismo tiempo, es un paso fundamental para la implementación de su red sucesora, 5G. Además de mejorar el uso del espectro radioeléctrico, Otero afirma que "La tecnología 5G no será sólo una tecnología que se mida por su velocidad (...) habrá todo un ecosistema en el que tendrá suma importancia la adopción de diversas tecnologías para hacerlo viable".
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