lunes, 5 de enero de 2015

El secreto de los kenianos en atletismo: un cerebro diferente


No es ninguna novedad que practicar deporte de manera regular es beneficioso para el cerebro. Lo que no sabíamos, hasta ahora, es que el ejercicio modifica su funcionamiento fisiológico hasta el punto de ser clave en el éxito deportivo de un atleta y ayudar a una persona con Párkinson a envejecer de forma más saludable.


Por qué los corredores africanos ganan más maratones


Un equipo internacional de científicos liderado por expertos de la Universidad del País Vasco ha descubierto, en un estudio pionero, por qué los atletas de élite kenianos tienen tanto éxito en carreras de media y larga distancia: oxigenan mejor su cerebro durante esfuerzos de máxima intensidad, lo que contribuye a aumentar su rendimiento deportivo.


El lóbulo prefrontal es una zona del cerebro implicada en el control del movimiento y en la toma de decisiones. Cuando el nivel de oxígeno que llega a esta zona cae, también lo hace la actividad de las neuronas y, con ello, la precisión de las funciones que éstas controlan.


Según el estudio, que ha sido publicado en la revista Journal of Applied Physiology, los atletas kenianos no experimentan esta caída de actividad en el lóbulo prefrontal. Son capaces de mantener su oxigenación cerebral dentro de un intervalo estable, lo que es clave para su rendimiento en las pruebas atléticas.


En la investigación participaron 15 atletas kenianos de élite de la tribu kalenjin y con marcas deportivas en media maratón de entre 1 h 01 min y 1 h 03 min. Para estudiar su grado de oxigenación cerebral durante el ejercicio, midieron los cambios en el flujo sanguíneo, la saturación arterial y otros parámetros circulatorios durante una carrera de 5 kilómetros y una prueba de esfuerzo.


Los científicos han analizado, también, hasta qué punto factores como vivir en altitud y tener grandes niveles de actividad física desde la niñez influyen en la capacidad de los atletas africanos de mantener la oxigenación cerebral estable.


Han concluido que la exposición prenatal y durante la infancia a una alta altitud “tiene unos efectos protectores sobre el feto, un mayor flujo de sangre a la arteria uterina, que podría implicar una mayor capacidad cardiopulmonar en la madurez y, por consiguiente, una menor incidencia de la desaturación arterial durante ejercicios de alta intensidad.”


Practicar ejercicio físico de manera habitual a lo largo de la vida contribuye a aumentar el tamaño del corazón, a mejorar la coordinación de los movimientos del cuerpo y al desarrollo neuronal porque el cerebro recibe más sangre. Según el estudio, este último punto podría explicar parcialmente el que la oxigenación cerebral de los corredores kenianos se mantenga durante esfuerzos máximos.


Nicolas Alejandro / CC BY 2.0 Nicolas Alejandro / CC BY 2.0

Beneficios del ejercicio físico en personas con Párkinson


El último día del año apareció una nueva investigación que resalta que el ejercicio es un buen aliado contra la enfermedad de Párkinson. El trabajo, efectuado por científicos de la Universidad de Sydney y publicado en la versión digital de la revista Neurology , mostraba que practicar deporte regularmente ayuda a mejorar el equilibrio, la movilidad y la calidad de vida y reduce el riesgo de caídas en las personas con Párkinson.


En la investigación participaron 231 personas con enfermedad de Párkinson que se dividieron en dos grupos: uno de ellos recibió su atención habitual y el otro ejecutó un programa de ejercicios de entre 40 a 60 minutos tres veces a la semana durante seis meses. Después todos los voluntarios se sometieron a unas pruebas de capacidad motora y de equilibrio.


Los que siguieron el programa de ejercicios obtuvieron mejores resultados y sufrieron 70% menos de caídas que el otro grupo. Además, afirmaron tener mejor ánimo en general.


Estas mejoras sólo benefician a las personas que sufren una versión más leve de la enfermedad, no a los que padecen las variantes más graves.










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