martes, 2 de febrero de 2016

Guía definitiva para instalar un sistema operativo Linux junto a Windows 10

No hace falta decirlo, pero Windows domina claramente el mercado de sistemas operativos para computadoras. Existen muy pocas alternativas al sistema operativo de Microsoft que no sean Mac OS y las distribuciones Linux, aunque éstas últimas las encontramos en diferentes variantes y para todos los gustos. Sea bienvenido aquel que lo sabe y no se atreve a dejar Windows, porque no es necesario para probarlas una a una.

La mayor preocupación de todos ellos es que, aparentemente, como Windows 8 y 8.1, el nuevo Windows 10 sería celoso con otros sistemas operativos, limitando su instalación. Apuntaban al Secure Boot, habilitado de forma nativa en computadoras modernas, una característica que en la mayoría de ellas es posible desactivar. Así el usuario podría instalar un sistema operativo Linux si le apeteciera.

Pero como usuario de Windows 10 y explorador del mundo Linux, puedo decirles que el drama es innecesario. Por ello en esta guía abordaremos algunas recomendaciones para la instalación de un sistema operativo Linux junto a Windows 10 sin preocuparse de lo que muchas veces se dice en internet sin fundamento. Además, nunca es tarde para compartir una experiencia, mejor aún si ésta sirve de base para futuras exploraciones.

Olvida que Windows 10 es celoso con otros sistemas operativos

(cc) Heisenberg Media / Flickr (cc) Heisenberg Media / Flickr

No sabría de qué otra forma decirlo, pero no es cierto que Windows 10 no permita la instalación de otros sistemas operativos, en este caso, basados en el núcleo Linux. Para muchos ha sido razón suficiente para no actualizar desde Windows 7 u 8.1, algo que ni siquiera afecta a un sistema previamente configurado con arranque doble.

Es importante que a la hora de instalar un sistema operativo junto a Windows 10 dejemos de creer que algún inconveniente surgirá, y si sucede, no es necesario preocuparse por él. Habiendo entendido este paso si es necesario, pasemos de lleno a las recomendaciones para configurar el arranque doble.

Elije una distribución Linux de tu agrado

Elementary OS Elementary OS

Como mencionaba anteriormente, hay distribuciones Linux para todos los gustos, un mundo de sistemas operativos basados en Debian, Ubuntu, Arch y un largo etcétera, incluso algunas creadas desde cero. En esta guía no se tomará en cuenta alguna en específico.

En realidad, sólo diré que ha sido probada con Ubuntu y distribuciones derivadas, como Elementary OS, Deepin 15 y Chromixium, además de otros como Solus Project (anteriormente Evolve OS). Puedes explorar en DistroWatch y seleccionar alguna que sea de tu agrado. Yo he seleccionado un par.

Configuración de la memoria USB

Rufus Rufus

Una vez seleccionada la distribución Linux de tu agrado, el paso siguiente es configurar una USB con la imagen del sistema operativo, haciendo a un lado la opción —ahora un tanto anticuada— de grabarla en un disco. Algunas distribuciones ofrecen su propia herramienta de configuración de arranque, pero cuando no es así, tenemos una gran alternativa.

Rufus es un programa portable, sencillo y liviano que servirá para configurar una memoria USB como dispositivo de arranque para instalar la distribución Linux seleccionada. Basta con descargar la herramienta, seleccionar la memoria USB a formatear y la imagen de disco que se desea grabar. El resto no dependerá de nosotros.

Haz espacio para el nuevo inquilino

Administración de discos Administración de discos

Como has de saber, para instalar un sistema operativo se requiere formatear el disco duro. Podríamos decir que instalar Windows en una computadora es el equivalente a instalar un programa en el mismo sistema operativo. Sin embargo, instalar un sistema operativo Linux puede ser de la misma forma, intuitivo, aunque algunos prefieren configurar la tabla de particiones.

En cualquiera de ambos casos será necesario hacer espacio para el nuevo inquilino que compartirá el arranque doble con Windows 10. Para ello, debemos hacer clic derecho en el menú inicio y a continuación seleccionar la opción Administración de discos, herramienta del sistema operativo para administrar discos y sus particiones.

Espacio a reducir. Espacio a reducir.

Ahí ubicaremos la partición primaria donde se encuentra instalado Windows 10. También identificaremos la capacidad de almacenamiento y el espacio libre. Hacemos clic derecho en ella y seleccionamos la opción Reducir volumen..., la cual abrirá una ventana que nos permitirá especificar el espacio en MB que dejaremos sin formato, necesarios para instalar el nuevo sistema operativo.

Siempre se recomienda dejar más de 15 GB libres, aunque una recomendación sería dejar como mínimo 50 GB de espacio libre, suficientes para configurar una triada de particiones durante la instalación del sistema operativo o instalar sin particionar manualmente, como sea conveniente.

Antes de instalar, prepara tu computadora

(c) Motherboards Reviews (c) Motherboards Reviews

Que no te gane el desespero, pues antes deberás configurar la secuencia de arranque de tu computadora. Para ello debemos saber de antemano bajo qué interfaz de firmware trabaja el equipo, ya sea con BIOS o el nuevo estándar, UEFI, el cual tiene habilitado por defecto el modo Secure Boot.

Mientras en una vieja computadora con Windows 7 basta con modificar la secuencia de arranque o seleccionar un dispositivo al inicio, en un equipo UEFI puede ser necesario desactivar la característica Secure Boot, aunque cabe mencionar que algunas distribuciones Linux solucionaron el inconveniente y ya no se requiere realizar esta modificación.

(c) PC World (c) PC World

En una computadora con UEFI, desactivar Secure Boot es tan fácil como ir al Menú inicio > Inicio/Apagado y mantener presionado el botón Shift seleccionando la opción para Reiniciar. Aparecerá un menú de opciones avanzadas que oculta las Configuraciones del Firmware UEFI en Solucionar problemas > Opciones Avanzadas. Ya en las configuraciones de UEFI, encontrarás la opción para deshabilitar el Secure Boot.

A partir de ahora sólo tendrás que configurar la secuencia de arranque para darle prioridad a la memoria USB o establecerla como dispositivo de arranque por defecto. En algunas computadoras no es necesario, ya que en el arranque se puede acceder a una lista de dispositivos de la misma manera que se puede ingresar al BIOS o UEFI.

Si estás listo, reinicia tu PC y comienza la instalación

Ahora sí, asegúrate de que la memoria USB previamente configurada esté conectada a tu computadora, o el primer reinicio será en vano. También toma en cuenta que si no cambiaste la secuencia de arranque el firmware dará prioridad al dispositivo configurado por defecto.

Particionamiento en Elementary OS. Particionamiento en Elementary OS.

Durante la instalación puedes seleccionar la opción para instalar junto a Windows 10 —si lo detecta—, aunque siempre es mejor configurar las particiones manualmente. En ese caso, puedes seleccionar una partición raíz dónde instalar la distribución Linux sin complicarte la existencia, o mejor, configurar una tabla de particiones compuesta por /boot, /root, /swap y /home.

Conservar el MBR de Windows 10

MBR estilo metro. MBR estilo metro.

Por un lado, si quieres que GRUB se encargue de administrar el arranque, no cambies la partición de instalación. Pero si quieres conservar el registro de arranque maestro (o MBR) de Windows 10 con estilo metro, selecciona la partición /boot como destino de instalación del GRUB.

Si optaste por la segunda opción, te darás cuenta que al finalizar la instalación de la distribución Linux la computadora iniciará con Windows 10, ignorando que otro sistema operativo está instalado., pero no te preocupes, no es un problema, y si lo fuera, tiene solución.

Añadir una entrada al SO Linux. Añadir una entrada al SO Linux.

EasyBCD es un programa gratuito (registro de correo requerido) para Windows que te permitirá configurar el cargador de arranque, con el cual podrás añadir una entrada a la distribución Linux instalada con unos cuantos clics. Basta con ir a Añadir entrada > Sistemas Operativos > Linux/BSD y ahí seleccionar el tipo de arranque, establecer un nombre e identificar dónde fue instalado el GRUB.

Tras haber configurado la entrada, en el próximo reinicio verás a Windows 10 compartir lugar en el arranque con el nuevo sistema operativo sin preocuparte de futuros conflictos con el GRUB, ya que éste sólo funcionará como puerta de acceso a la distribución Linux sin tomar el papel que le corresponde al MBR de Windows.

Estás listo para una experiencia dual

Instalar un sistema operativo basado en Linux junto a Windows 10 no fue tan caótico después de todo, ¿o sí? Salvo el caso de aquellos que encontraron imposible desactivar el Secure Boot en sus computadoras, no hay razón para decir "no" a la exploración de distribuciones Linux.

Que sirva como introducción al mundo de sistemas operativos que por mucho tiempo han esperado "su año", aunque podría decirse que siempre lo han tenido, pues opciones para probar hay muchas, sólo falta quiénes se atrevan a experimentar algo nuevo, y ahora no tienen excusa para no hacerlo.

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