martes, 8 de septiembre de 2015

¿A qué sabe el whisky espacial?

A un lado vegetales espaciales, el espacio está listo para convertirse en la barrica más grande del planeta, ahora que nos enteramos que un whisky añejado por 3 años en la Estación Espacial Internacional, y que fue finalmente degustado, reveló un sabor "notablemente distinto".

Todo nace por la inquietud de la destilería escocesa Ardbeg, la que buscaba determinar el efecto de ciertas condiciones de microgravedad en los terpenos, un compuesto orgánico que se descubrió que le entrega sabor al whisky y otras comidas. Para lograrlo, Ardbeg tuvo la ayuda de NanoRacks, una empresa que señala que puede enviar lo que quieras al espacio, quienes arreglaron el transporte de un frasco sellado con el destilado junto a virutas de madera de roble.

Finalmente algunas muestras del whisky llegaron a la Tierra y se llevaron a cabo tres análisis distintos: Una cromatografía para determinar sustancia distintas al alcohol producido durante la fermentación, una cromatografía de alta presión líquda para determinar la madurez y una evaluación organoléptica, la que sirve para describir el sabor.

Space-Ardbeg

Dejando los procedimientos científicos a un lado, los resultados arrojaron una mayor diferencia en el proceso de maduración provocadas por las virutas de roble. Sin embargo, esta diferencia no significa que el whisky presentó mayores signos de maduración, sino todo lo contrario, por lo que se cree que las condiciones de microgravedad inhiben la interacción con la madera de roble.

Respecto al estudio para determinar el sabor, la muestra de la Estación Espacial Internacional fue descrita por los participantes del estudio como "intensa y redondeada, con notas a humo antiséptico, goma, pescado ahumado y una curiosa nota de perfume a grosella o violetas y un potente aroma". Al paladar los comensales relataron que se trataba de un sabor "muy focalizado que permanece de forma intensa y duradera en la boca, con toques de madera, pastillas antisépticas y humo plástico".

Aunque el whisky se puede tomar sin problemas, los resultados no son muy alentadores como para comenzar a promocionar un nuevo tipo de añejado. Sin embargo, Ardbeg continuará experimentando con el sabor en microgravedad para descubrir nuevos sabores y según cuentan en The Verge, no son la única compañía de licores que está interesada en ver los efectos del alcohol al ser añejado en el espacio.

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