En una situación considera inédita por la Organización Mundial de la Salud, tres de siete recursos interpuestos por grupos de apoderados de Chillán y Arica en Chile han sido acogidos por sus respectivas Cortes de Apelaciones, en las cuales buscan frenar la vacunación obligatoria que defiende a nuestros organismos contra el virus del papiloma humano (VPH).
En conversación con La Tercera, Roberto del Águila, consultor de epidemiología de la OMS y la Organización Panamericana de la salud, afirmó que es primera vez en el mundo que un grupo de padres lleva a tribunales un caso de freno de vacunas respaldadas por ley: "En todos los países en que se incluye un esquema de vacuna, entran a ser un asunto de salud pública y, por lo tanto, es una obligación y un derecho. Esta judicialización no se ha visto en ningún otro sitio".
Desde hace un tiempo ha existido bastante debate respecto a la implementación de la vacuna contra el VPH, la cual a pesar de ser obligatoria, enfrenta a padres que no desean que sus hijos reciban la inyección debido a temores infundados sobre timerosal, niveles de mercurio y enfermedades asociadas al autismo, los que se propagan por redes sociales hoy más que nunca. Varias otras asociaciones de apoderados en el país han buscado ir en contra del sistema de salud pública, proviniendo de Arica, Iquique, La Serena, Valparaíso, Puerto Montt y Temuco.
Las cosas no solo se quedan ahí. Felipe González, vocero del Movimiento Anti Vacunación, se mostró conforme con la acogida de los recursos de protección y que a pesar de haber sido rechazada la causa en Santiago, han presentado una reposición, "En caso de que esta se rechace, acudiremos a la Corte Suprema". Por su parte, Fernando Muñoz, jefe del Departamento de Inmunizaciones del Minsal, comentó que están en proceso de contestar y explicar la medida desde una mirada sanitaria, "estamos trabajando con nuestro departamento jurídico para dar la mayor cantidad de argumentos a las razones específicas. Esperamos que haya una consideración de nuestros argumentos”.
La vacunación contra el VPH se realiza para prevenir el cáncer cervicouterino, el cual causa más de 600 muertes al año en mujeres chilenas de entre 15 a 44 años. La ministra de salud, Carmen Castillo, se mostró preocupada por la desconfianza de los padres al respecto: "Queremos señalarles que confíen y porque hemos comprado una vacuna buena y segura". Por su parte, Roberto del Águila fue mucho más enfático y duro tildando a los grupos antivacunas como una amenaza sanitaria: "Los brotes de sarampión que están ocurriendo a nivel mundial se dan justamente porque hay personas que no quieren inmunizar a sus niños”.
Según constata La Tercera, ya han existido conflictos verbales agresivos por parte de padres a equipos de vacunación en escuelas de Copiapó e Iquique, donde en esta última su alcalde ya inició un sumario al respecto.
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