Un grupo de compañías de seguridad encabezadas por la empresa R3 Technologies desarrollaron un sistema que podría ser clave para evitar los comunes ataques suicidas que normalmente se llevan a cabo en países del Medio Oriente e en donde se practica el extremismo religioso.
"El suicida con explosivos puede entrar en un lugar lleno de gente pasando desapercibido y causar una gran cantidad de muerte y destrucción. Es muy difícil de detener. No había tecnología para lidiar con eso", comentó Robby Berson, CEO de R3, en un comunicado.
El dispositivo se llama CBD-1000 y funciona con un radar de banda X. Vidrio, clavos, cerámica, piedras y otros materiales que son utilizados como metralla pueden ser detectados por este artefacto.
El CBD-1000 es de fácil transportación —pesa alrededor de 6 kilos— y se puede montar en un tripié. Puede utilizarse en retenes y áreas de detección en aeropuertos, fronteras y en eventos donde se quiera resguardar el bienestar de un gran número de personas.
El dispositivo emite una señal continua que rebota constantemente con diversos objetivos que están a su alrededor con un alcance de 3 metros aproximados. El software con el que funciona analiza señales polarizadas para determinar si existe alguna amenaza. En caso de que se emita una polaridad diferente a la enviada de manera original el dispositivo lo detectaría inmediatamente. El escaneo dura 1.3 segundos.
Se espera que el dispositivo llegue al mercado este año una vez que la compañía mejore su velocidad de detección, distancia y precisión.
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