La gravedad es una de las cuatro fuerzas fundamentales que rigen el universo y que nos mantiene a todos atraídos a tierra firme. A menos que se tengan los poderes de Superman, nadie se caería de vuelta al suelo a la hora de saltar.
Un fenómeno interesante que invita a pensar que pasaría si de repente dejara de existir la gravedad. Algo que según los científicos es imposible porque es clave para el funcionamiento del universo, pero independiente de eso no nos prohíbe divagar un poco sobre eso.
Un acercamiento a esta hipótesis es lo que explicó el médico y astronauta de la NASA, Jay Buckey, en un video educativo de TED. En él habló sobre cómo la ausencia de gravedad afecta al cuerpo humano.
Ver en YouTubeComo estamos adaptados a un ambiente gravitacional, cambiaríamos si pasáramos un tiempo considerable en condiciones distintas como lo sería en una estación espacial. Es una realidad que los astronautas pierden masa ósea y fuerza muscular, al igual que su sentido del equilibrio.
Además, explica que el número de glóbulos rojos desciende, las heridas demoran en sanarse, el sistema inmunológico se debilita y se afecta la calidad del sueño. Esto pasaría en una visita corta al espacio, pero ¿qué pasaría si el ser humano creciera sin la presencia de la gravedad?
Se cree que el cuerpo se desarrollaría diferente. Un ejemplo que sirve como argumento es el experimento de dos neurocientíficos, David Hubel y Torten Wiesel, en el que criaron a un gato con un sólo ojo tapado. Al tiempo de retirar el parche, el gato quedó con ese ojo ciego.
La razón de la ceguera fue que el circuito de la visión no se desarrolló en el cerebro para dicha parte. Algo que demuestra la adaptación a las circunstancias del entorno.
Por otro lado, surgirán otras consecuencias que afectarán externamente al ser humano. De acuerdo a la astrónomo Karen Masters, debido a que la Tierra gira, el momento en que se acabe la gravedad, todo lo que está unido a ella volará hacia el espacio.
De hecho, los océanos, ríos y lagos serían uno de los primeros en desprenderse del planeta. Como si fuera poco, la falta de gravedad produciría que la Tierra se rompiera a pedazos y flotara en el vacío del espacio.
Algo parecido ocurriría con el Sol desencadenando una explosión titánica, mismo destino que tendrían las estrellas, cuyos efectos se tardarían en llegar al planeta por los años luz de diferencia.
En definitiva, no existirían las acumulaciones de materia como las estrellas y planetas, sino que quedaría nada más que una sopa de átomos y moléculas esparcidas por el universo.
Un trágico desenlace que acabaría con cualquier forma de vida existente en el universo. Aunque digan que es imposible un suceso de tales magnitudes, el hecho de pensarlo ya resulta angustiante y nos deja bien en claro lo vulnerables que somos en el pequeño punto azul donde vivimos.
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