En su afán de ir acercándose a otros mercados y de acelerar los procesos de entrega, Amazon está invitando a más conductores a sumarse a su programa de entregas a pedido, para así acercarse más a los servicios de encomiendas o a las compañías dedicadas a este rubro como FedEx y UPS.
Según Reuters, el plan responde al afán de la empresa de comercio electrónico de tener un mayor control de sus envíos, en un proyecto en el que se contemplaría el arriendo de su propia flota de aviones, al igual que la utilización de drones para la entrega de productos a los consumidores.
La iniciativa se trataría de una profundización del programa lanzado durante el 2015 llamado Amazon Flex, una suerte de Uber que dejaba tus paquetes en tu hogar luego de ser estos solicitados por medio de la aplicación Amazon Prime Now. Dicho proyecto se aplicó en varias ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Chicago, Miami y Dallas, y contemplaba una retribución económica interesante para los conductores que se ofrecieran a participar en él.
El reporte de Reuters adelanta que de funcionar esta idea, los costos de envío para Amazon se verían reducidos, considerando que en el último año aumentaron en un 11%, generando gastos de USD$ 11,5 millones anuales.
La fuente también declara que ya algunos conductores de Flex en Texas están entregando paquetes, pero fuera de la aplicación Prime Now, en lo que serían unas especies de pruebas del nuevo camino que busca Amazon.
De momento, el programa de entregas a pedido está buscando conductores en el área de Dallas – Fort Worth, quienes deben contar con un vehículo de 4 puertas y que cuyo pago sería de USD$ 18 la hora de servicio.
Si bien todo parece indicar que la movida responde a una forma de competir con los transportistas locales y otros negocios, Amazon aclaró que su intención es la de lograr un mayor control en las entregas y conseguir también un proceso más rápido en el despacho de encomiendas.
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