En tan sólo un año los programas aeroespaciales para clientes privados de la NASA han demostrado ser un polo atractivo para compañías como SpaceX y Boeing. Ambas empresas serán las encargadas de desarrollar una nueva generación de astronautas en el marco del Programa de Tripulación Comercial de la agencia aeroespacial estadounidense.
Además de ofrecer vuelos al espacio exterior, SpaceX y Boeing tendrán la misión de llevar a futuros pasajeros a la Estación Espacial Internacional. Para poder lograr esto, ambas empresas están trabajando en el desarrollo de la infraestructura para operar sistemas de transporte espacial de forma segura, además de construir nuevos vehículos de prueba.
Esta forma de expandir el desarrollo aeroespacial desde la perspectiva del turismo científico ha marcado un nuevo hito en la forma de conocer el espacio, puesto que conlleva a la necesidad de generar más tecnologías, más investigación, una mayor cantidad de horas en el laboratorio orbital. Acá no sólo hablamos de una forma generar nuevos recursos para la NASA, sino también de la forma de abrir un nuevo camino hacia la conquista de Marte.
Phil McAlister, director de la División de Desarrollo de Vuelos Espaciales Comerciales de la NASA ve estos primeros años con orgullo. "Es difícil creer que ha pasado un año desde que anunciamos los resultados, y creo que es porque hemos hecho enormes progresos a lo largo del 2014". Sin embargo, el camino es largo y eso lo sabe McAlister.
Por ahora Boeing y SpaceX están trabajando en el desarrollo de sus primeras plataformas y la NASA ya nombró a cuatro astronautas para entrenar en las pruebas de vuelos orbitales CST-100 Starlines de Boeing y las naves espaciales Crew Dragon de SpaceX.
El objetivo es realizar las primeras pruebas de vuelos tripulados en 2017.
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