La primera impresión de Star Wars: Battlefront no puede ser mejor. El tutorial es sencillo pero perfecto para el que nunca en su vida haya probado un shooter competitivo y necesite, al menos, los fundamentos básicos para defenderse en batalla.
Después del tutorial, lo ideal sería de a poco irse adentrando -siempre desde la perspectiva del jugador más novato, quizás ese atraído al juego solo por ser de Star Wars- en lo que Battlefront ofrece a través de las misiones individuales, que en realidad son juegos competitivos con bots controlados por la IA. De nuevo, la primera impresión es notable gracias a lo bien que se ve y se escucha el juego, cuyo aspecto audiovisual es impecable en todas las plataformas.
La primera hora de juego es suprema
El problema de Battlefront es que pasa esa hora y el juego empieza a agotarse más rápido que lo normal en un juego de esta clase. Y esto no pasa porque el juego sea malo o las mecánicas principales sean deficientes; por el contrario, son muy buenas. El problema está en el contenido, o mejor dicho, en la cantidad. En una hora de juego se rotan todos los mapas y la sensación de estar repetición golpea fuerte.
Luego de poco más de 10 horas de juego, tengo la sensación de que ya lo vi todo. Los modos de juego son bastantes pero varios de ellos son muy similares. Walker Assault es quizás el modo principal, tanto por la escala de los mapas como por la cantidad de los jugadores y también por lo espectacular de las batallas. Los AT-AT se mueven lento mientras en tierra los ejércitos de rebeldes e imperiales tratan de ganar terreno y todo es muy auténtico, muy Star Wars.
En la segunda hora, se acaba la novedad
Pero también muy repetitivo. Los modos basados en objetivos no se diferencian demasiado entre sí. Cazar al héroe puede ser divertido en tres partidas, pero a la cuarta se agotó y volví de nuevo a Combate, el Team Deathmatch de toda la vida que parece ser el más elegido por la gente en estas primeras semanas a juzgar por la rapidez de partidas encontradas.
Combate es tan tradicional que es donde más a gusto me sentí siempre. La sencillez del esquema de progresión es, contrario a lo que pueda parecer, un soplo de aire fresco entre tanto shooter futurista con clases, perks y cuanto hay. De buenas a primeras, esa simpleza de Battlefront se puede ver como algo negativo pero a la larga está más que bien. El sistema es simple: ganar partidas da puntos que se traducen en subir de nivel y recolectar dinero. Mientras más alto el nivel, mejores accesorios y armas se desbloquean. Con dinero, se pueden adquirir esos accesorios y armar “manos”, que son combinaciones de accesorios.
Simple, rápido y eficaz. Casi como lo fue Call of Duty 4 en su momento, donde la habilidad del que dispara era el arma principal para ganar una ronda.
Y aún así, con todo lo que disfruto el modo Combate, pasa una hora y se agota la novedad. Los cuatro o cinco mapas que se rotan en cada modo, simplemente, no son suficientes. Claro, es posible cambiarse de modo e irse a otro lobby o bien entrar un rato a reventar naves enemigas en las batallas aéreas, pero invariablemente Battlefront va a terminar gritando a los cuatro vientos que le falta contenido.
No es por decir “yo lo dije”, pero la cuestión es que muchos lo dijimos. Cuando se presentó el juego y se anticipó que iba a ser solo multijugador, saltaron muchas alarmas. Luego se anunció el contenido que vendría en el disco y volvieron a saltar otras alarmas. Finalmente, EA y DICE anunciaron que el Season Pass iba a costar un dineral y las alarmas ya eran el claxon del Titanic.
Ver en YouTubeConclusión: Gran envoltorio y (muy) poco más
Star Wars: Battlefront es un buen juego en lo más básico, pero está incompleto. Sí, podemos entender la falta de un modo de campaña. Lo acepto. Lo que no puedo entender es que EA, teniendo todo a su favor -la tecnología, la licencia y un equipo como DICE, que de juegos de disparos algo sabe- haya optado por hacer algo tan vacío. Quizás la fecha de estreno de El Despertar de la Fuerza haya tenido algo que ver, quien sabe.
Porque a la larga, eso es Battlefront: un juego vacío. Se ve y se escucha como nunca antes lo hizo un juego de Star Wars, pero eso es todo lo que trae. El resto, se vende por separado en el Season Pass.
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