lunes, 23 de noviembre de 2015

Para Que Tu Negocio Crezca

Uno de los mecanismos que uso con mayor frecuencia para fortalecer mi motivación personal es leer historias de éxito.

Me gustan las historias de los empresarios que han construido enormes compañías multimillonarias porque abren mi mente de una forma increíble y me permiten recordar que cualquiera puede lograrlo.

Pero también me emocionan mucho las historias de pequeños emprendedores cercanos de mi ciudad cuyas historias nunca salen en los medios pero que a costa de enormes esfuerzos y sacrificios logran que sus emprendimientos les brinden una vida mejor.

Recientemente tuve la oportunidad de entrevistar a una chica emprendedora que está trabajando muy duro en su negocio, que de paso es un restaurante-bar en el centro de mi ciudad Guatemala.

Mientras conversábamos ella me expresaba su deseo de contarle a otros acerca de su historia. Tenía una gran necesidad de decir que a pesar de las dificultades y de todo el esfuerzo que representa montar un pequeño negocio, ella lo estaba logrando.
para que tu negocio crezca

Y es que comenzar un negocio en realidad es un gran sueño que no todos pueden ver realizado. Muchos inician con gran entusiasmo pero con el tiempo se dan cuenta que ese entusiasmo por sí solo no es garantía para el éxito y muchas veces abandonan con gran frustración.

Así que analizando muchas de las historias que he leído, tanto de éxitos como de fracasos, deduzco sin mucho trabajo que hay diversidad de razones por las cuales un negocio puede no funcionar.

Sin embargo hay una en especial que he podido identificar y que incide fuertemente en el éxito o fracaso de una empresa, que impiden que un negocio crezca y que hoy quiero compartir contigo.

No Esperan que la Rueda Comience a Girar

Montar una empresa conlleva un proceso. Un proceso de varios pasos que van desde hacer un plan de negocio y un presupuesto, hasta tomar acción para legalizar la compañía y comenzar a producir.

Claro que decirlo es muy fácil pero me gusta ilustrar este proceso como la enorme rueda de una carreta que necesita una gran fuerza al principio incluso de varios hombres que la empujen a fin de que la misma comience a girar. Con el tiempo y con la inercia el impulso hace que la rueda siga su trayectoria y por tanto siga girando, con cada vez, menos esfuerzo.

Muchos emprendedores comienzan a dar los pasos. Algunos responsablemente se informan o se capacitan previo a comenzar a hacer cualquier cosa con el fin de prepararse.

Pero el principal error que he visto en el 80% de todos estos casos que no logran el éxito se puede resumir en el hecho de que: desean resultados rápidos.

La mayoría de gente de hecho, quiere que las cosas comiencen a funcionar aquí y ahora. Quieren resultados y dinero instantáneos. Tienen la idea errónea de que su negocio una vez en funcionamiento tiene que comenzar a generar ganancias de inmediato.

Probablemente esto es producto de comenzar un negocio con una enorme carga de necesidades pendientes que les impiden darle su tiempo mínimo para comenzar a consolidarse, crecer y ofrecer utilidades.

He visto tiendas, colegios, panaderías, oficinas consultoras, fabricantes de cualquier clase de producto y un sin fin de negocios con gran potencial, sucumbir en sus primeros meses, simplemente por el hecho de que sus propietarios no tuvieron la paciencia de esperar a que sus empresas tomaran forma, crearan mercado y desarrollaran su imagen.

Simplemente les gana la desesperación y no permiten que su negocio crezca.  Pronto comienzan a "comerse" todo su presupuesto para operación y administración del negocio con el consecuente desmoronamiento que se traduce en un acelerado deterioro de la infraestructura que solo tiene un destino: la improductividad que lleva al fracaso.

Con el tiempo se preguntan ¿Qué salió mal?. Y desde luego que aceptar que son los principales responsables de no haber tenido paciencia en el proceso sería como humillarse a sí mismos por lo que terminan excusándose en que el mercado está mal, que hay mucha competencia, que no hay ventas, o que no era el momento para su producto y otro sin fin de argumentos falaces.

Por tanto, puedo asegurar, sin temor a equivocarme que el secreto de muchas empresas que si lo logran, que levantan vuelo y crecen son aquellas lideradas por alguien que comprende que emprender es un proceso y que es imprescindible dar tiempo para que la rueda... comience a girar.

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