Un reporte de The Intercept destaca el uso del "detector de bombas"conocido como ADE 651 en países en vías de desarrollo a pesar de que hace varios años se comprobó que es un producto que no cumple en lo absoluto con lo que promete.
Murtaza Hussain, periodista de The Intercept, cuenta cómo este artefacto de la compañía británica ATSC todavía tiene presencia en países en conflicto después de que en 2010 la BBC presentara una investigación en la que se confirmó que su promoción y distribución se basaba en ideas pseudocientíficas. Algo así como los productos milagrosos para bajar de peso que se observan en los informerciales de medianoche.
Su origen se remite a la invasión de EE.UU. a Irak en el año 2003. En ese tiempo el gobierno iraquí adquirió alrededor de 7,000 unidades de ADE 651 para prevenir ataques con coches bomba.
El gadget prometía detectar dispositivos explosivos al ser apuntado en una dirección en específico. En caso de que exista una amenaza cerca, la antena de su cara frontal señalaría su posición. Esto resultó ser totalmente falso.
Hussain cree que la falsa sensación de seguridad que proveía este artefacto pudo producir de manera indirecta cientos de muertes al no cumplir con sus especificaciones.
La investigación de la BBC en el 2010 provocó que se prohibiera la exportación del ADE 651 y además resultó en la encarcelación de James McCormick, el creador y distribuidor del aparato. A pesar de esto, el gadget se vende con otros nombres en portales de internet como Alibaba con precios que rondan los USD $6,000.
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