La PM522 Washbear es un arma impresa en 3D, que se autoproclama como el primer revólver ensamblado a partir de dicha tecnología, lo cuál no es técnicamente cierto, pero sí representa la realidad inevitable de que estas creaciones se están volviendo cada vez más comunes y avanzadas.
La impresión 3D parece estar llamada a cambiar la vida de las personas en muchos terrenos, algunos menos potencialmente dañinos que otros. Si bien los productos creados por estas impresoras de punta pueden ser utilizados para ayudar a quienes más lo necesitan, también pueden fabricar otros artículos peligrosos, como armas de fuego.
Desde hace meses han aparecido diversos reportes, en donde se demuestra la manufactura de diversas pistolas impresas en 3D, formadas básicamente por componentes plásticos, pero igual de efectivas que los modelos convencionales. Ese es el caso de la PM522 Washbear, desarrollada por el estudiante de Ingeniería Mecánica James R. Patrick, quien ha documentado a detalle la evolución de su proyecto hasta la demostración de su funcionamiento.
(C) James PatrickPatrick afirma, en entrevista con el Washington Post que se trata del primer revólver impreso en 3D, que puede fabricarse a partir de plástico ABS o derivados de Nailon, pero que también ha decidido integrar tres componentes metálicos, en las las bandas elásticas, el percutor y el mango, para cumplir con las regulaciones actuales en la creación de estos artefactos, que sin estas partes serían virtualmente indetectables.
El revólver, desarrollado a partir del diseño original de The Liberator, integra un tambor con capacidad para disparar 8 balas de calibre 22 largo, así como un mecanismo de seguridad entre el percutor y los cilindros para evitar disparos accidentales cuando no está en uso.
Patrick no ha tenido problema en compartir toda la información de su artefacto en su sitio web personal, lo que marca las bases para el debate sobre la liberación de este tipo de archivos.
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