El uso del teléfono móvil se incrementó conforme la sociedad lo consideraba más útil en un mundo globalizado, donde las comunicaciones prácticamente han llegado a todos los rincones del mundo. Era cuestión de tiempo para que nos convirtiéramos en zombis, o como algunos le llaman: la generación Z.
Para entender de qué forma afecta esto a la sociedad en que se desenvuelve el individuo, un estudio realizado por Pew Research Center (vía Quartz) determinó que para el estadounidense es más aceptable usar el teléfono móvil al caminar y en la parada del transporte público o el metro, que durante una cena familiar, una salida, en el cine o durante un evento religioso.
El público considera que usar el teléfono móvil en un restaurante puede no ser tan molesto como parece. Mientras tanto, las mitad de las personas de 18 a 29 años que fueron entrevistadas consideran que no tiene nada de malo usar el teléfono en un restaurante, seguramente para tomar una foto a la comida y publicarla en Instagram.
¿Quienes son los que más se molestan?
De acuerdo al mismo estudio, las mujeres — al parecer "blancos"— y la gente mayor se sienten más ofendidos cuando alguien utiliza el smartphone cuando no debería, preguntándose por qué la sociedad ha llegado a tal instancia para lastimar las conversaciones presenciales.
Y si nos ponemos a pensar, quizá lleguemos a preguntarnos si realmente existe la necesidad de tener que revisar el móvil cada vez que llegue una notificación, convirtiéndonos en esclavos de la tecnología. No está de más exagerar, pero un día terminará siendo así y será difícil aceptarlo.
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