Marianne Winkler, una empleada jubilada de correos, estaba de vacaciones en la isla alemana de Amrum cuando vio un inusual objeto flotando cerca de la playa. Al tomar contacto se dio cuenta que se trataba de una botella con un mensaje dentro y con lacre en la punta.
El mensaje decía "romper la botella", Winkler trató de sacar el mensaje sin dañarla, pero "no había ninguna posibilidad, así que tuvimos que hacer lo que decía".
Al abrirla, Marianne Winkler junto a su esposo Horst encontraron una nota escrita en tres idiomas distintos: Alemán, inglés y holandés. Ésta, decía que la persona que la encontrara debía decir dónde y cuándo encontró la botella y devolverla a la Marine Biological Association en Plymouth, siendo premiados con chelín (antigua moneda utilizada en Reino Unido hasta 1971 que equivalía a la vigésima parte de una libra esterlina).
Al conocer la noticia, Guy Baker, de la Marine Biological Association, reconoció esta botella como una de las 1.020 unidades que fueron liberadas en el mar del Norte entre 1904 y 1906 como parte de un proyecto para probar la fuerza de las corrientes marinas, consigna The Daily Telegraph.
Baker explica que la mayoría de estas botellas fueron recuperadas durante las siguientes semanas de ser arrojadas, muchas de ellas fueron encontradas por pescadores de arrastre o que usaban redes de aguas profundas. Sin embargo, esta sería la última y futura ganadora del Guinness World Records al confirmar su data (el registro actual es de 99 años).
En tanto, la pareja recibió su chelín.
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