En los dos años posteriores a mi carrera universitaria, tuve la oportunidad de trabajar en startups tecnológicas en San Francisco y en Corea del Sur. En ese tiempo que pasé fuera de México, una de mis reflexiones constantes era cómo hacer que este tipo de mentalidad y cultura innovadora y moderna de trabajo que existe de manera abundante en las capitales mundiales como Nueva York, Londres o Tokyo, pudiera existir también en nuestro país.
En 2013 regresé a México y descubrí con gran satisfacción que las cosas comienzan a cambiar.
México ha sido históricamente un país tradicionalista, donde la cultura de las generaciones anteriores ha sido más elitista y donde el poder y la riqueza están concentrados de manera desproporcionada en unos cuantos círculos reducidos. Para la vieja guardia mexicana, importa a quién conoces (sobre todo contactos políticos y empresariales) o de quién eres hijo (los apellidos pesan). No obstante, esta vieja guardia está inevitablemente ahora pasando la batuta del país a nuestra generación de millenials, quienes estamos reescribiendo las reglas del juego utilizando el Internet, los memes y gifs de gatos y la tecnología.
Fue por esto que me enamoré del mundo de los geeks, la tecnología y el emprendimiento, por ser este un mundo en el que reinan el mérito y la capacidad e interés de cada persona por verdaderamente hacer las cosas. Da igual si tienes dinero o no, o si tu Papá tiene conexiones, en este mundo se te respeta por tus acciones y por los resultados que logras generar con las herramientas que te rodean.
¿Qué es la Cultura Hacker?
En ese mismo mundo, descubrí también la cultura hacker. Pero, ¿qué es exactamente esto de la cultura hacker? Es uno de esos conceptos nebulosos que no tiene una definición oficial o única. También es un concepto que la gente interpreta a veces de manera distinta. La definición en la que yo hoy me centro es en la que hemos coincidido ya durante un tiempo personas involucradas en temas de tecnología e innovación no sólo en México, sino también en lugares como Silicon Valley y otros.
Lo primero importante que hay que aclarar es que la cultura hacker NO tiene nada que ver con seguridad informática. Ser hacker no es robar la contraseña de Facebook de tu ex o meterse a leer los correos de Peña Nieto. El concepto va mucho más allá de eso.
Los elementos de la cultura hacker
Ser hacker comienza con cosas muy básicas, como leer un libro para alimentar una incesante curiosidad o para aprender una nueva disciplina para así poder resolver algún problema. El conocimiento es uno de los pilares centrales de esta cultura. Un hacker siempre está aprendiendo cosas nuevas, y no sólo de programación, sino de arquitectura, de economía, de arte, de psicología, de idiomas, de política o hasta de cocina o comedia. Lo hace porque logra identificar valor en diferentes disciplinas y en la combinación de las mismas.
Otro elemento central del ethos del hacker es su disposición para ayudar a otras personas y para compartir su conocimiento. Esto lo hace con la confianza y con la certeza que en el futuro alguien más llegará a ofrecerle ese mismo apoyo de la misma manera desinteresada. Esto es algo que pasa mucho en Silicon Valley y que es una de las claves de su éxito como comunidad emprendedora.
Los hackers no sólo están presentes en el mundo de la programación y la tecnología, sino que están en todas partes. Recientemente me tocó conocer en el Dev.F. a un médico que identificó un problema en su industria y que construyó una solución para resolverlo, creando en ese proceso una exitosa empresa. Ahora además está aprendiendo a programar. Esta persona es un hacker y él representa evidencia de que esta cultura también se encuentra en la medicina, en el urbanismo, en la política y en cualquier disciplina.
Otra cosa que distingue a un hacker es que siempre va a tener una preferencia por hacer antes que decir. Hay muchas personas en este mundo que dicen o se quejan mucho, pero que hacen poco para resolver un problema, por más importante o insignificante que éste sea.
Justamente eso es otra cosa que siempre hacen los hackers: resuelven problemas. Lo que está roto o no funciona, lo arreglan o re-acomodan creativamente para que quede mejor que antes. Mi ejemplo favorito para ilustrar esto es cuando los hackers de Codeando México no se quedaron con los brazos cruzados ante una noticia indignante y lanzaron el reto de la #App115.
Cabe mencionar también que los hackers no andan solos y por ello forman muy frecuentemente comunidades con otras personas que están en su misma sintonía de aprender, construir y resolver cosas. Las comunidades aprovechan la diversidad de la gente para así combinar diferentes perspectivas a la hora de crear nuevas cosas. De comunidades de hackers salieron personas como Steve Wozniak (co-fundador de Apple) o Stewart Brand (autor del The Whole Earth Catalog). También las comunidades son el pretexto para ayudarse mutuamente y colaborar.
Vive la cultura hacker
La cultura hacker es valiosa porque se basa en el mérito y porque enaltece y respeta a las personas que canalizan su pasión y curiosidad hacia construir nuevas cosas. El software y la tecnología suelen ser las herramientas del hacker porque permiten que con tan solo una laptop, internet y algo de espacio en la nube, puedas construir herramientas útiles para las personas.
Ya no importa de quién seas hijo o si tienes dinero o no. Lo importante es que tengas ganas de hacer cosas para resolver problemas en este país y en este mundo.
Para vivir la cultura hacker, basta con que empieces a aprender y a hacer cosas, pero si te sientes perdido o perdida, puedes acercarte con el Dev.F., la primera escuela de hackers de México, donde nuestro pilar central es vivir la cultura hacker todos los días. Está abierta nuestra convocatoria para aplicar al Batch 5 de verano, en el cual podrás conocer a otros potenciales hackers como tú.
A través de la cultura hacker podemos impulsar una cultura de construir las soluciones a los múltiples problemas que afligen a México.
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