La PS4 Pro es una máquina claramente orientada al consumidor premium, ese que tiene -o planea tener- un televisor a 4K y ojalá con la tecnología HDR para sacarle el máximo rendimiento a las imágenes mostradas.
Y si bien es cierto que las imágenes mostradas en la presentación son bastante impresionantes y un salto evidente respecto a la consola "normal", lo del 4K tiene una letra pequeña y es que no se trata de 4K nativo, sino reescalado.
Citados por Venture Beat, los desarrolladores de Guerrilla Games explicaron que "no es 4K nativo, pero la percepción de la resolución estará muy cerca y probablemente no puedan distinguir la diferencia".
Por su parte, el análisis de Digital Foundry confirma lo mismo y agrega que se utiliza una técnica de re-escalado llamada checkerboard upscaling que viene embutida en el hardware de la consola. El checkerboard upscaling toma una imagen, la expande con pixeles vacíos y rellena mediante un algoritmo que analiza la imagen original, luego aplicando un filtro antialiasing para suavizar los bordes y que no se vean dientes de sierra.
Y al parecer funciona, según Richard Leadbetter:
La GPU de la PS4 Pro no tiene la potencia para mostrar contenido complejo a resolución 4K nativa, pero la presentación que vimos muestra un buen avance de calidad respecto a los 1080p.
De hecho, el propio Mark Cerny lo dijo en la presentación: "Técnicas de rendereo de fuerza bruta sí pueden usarse para mostrar pantalla a 4K, pero tienen consecuencias desafortunadas para el costo de las consolas".
A gran escala, lo importante para la gente que vaya a dar el salto con la consola es que, con el setup adecuado, podrán sacarle partido a las bondades de la PS4 Pro; en otras palabras, la gente que tiene una TV adecuada verá los juegos con una calidad diferente y superior a la actual.
Pero claro, no se trata de contenido "nativo" a 4K, algo que desde la vereda del frente aseguran que sí podrán hacer con su Project Scorpio. El tiempo dirá.
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