Gracias a personas como Edward Snowden se sabe ahora que los organismos de seguridad en Estados Unidos han llegado a grados extremos e injustificables de intervención y espionaje de sus propios ciudadanos, pero el hecho de haber sido expuestos no parece que vaya a ser motivo suficiente para que detengan sus planes, y ahora están probando un nuevo sistema que busca identificar a las personas a través de sus tatuajes.
Un extenso e intenso reportaje de investigación publicado por la Electronic Frontier Foundation (EFF), ha puesto bajo la luz del escrutinio público este proyecto desarrollado por el National Institute for Standards and Technology (NIST) en colaboración con el FBI, con el objetivo de poder crear una plataforma de reconocimiento de tatuajes capaz de interconectar la correlación de filiación y antecedentes entre sus portadores.
El problema de este sistema experimental es que su desarrollo parte del principio de vigilancia e intervención a todos los ciudadanos, bajo la justificación del cuidado por la seguridad de las personas, además de basar sus criterios de análisis a partir de la idea de que los tatuajes sobre la piel de cualquier corresponden exclusivamente a determinados patrones de intereses, ideologías, creencias religiosas, nacionalistas o incluso a determinadas relaciones sociales que podrían o no ser motivo de seguimiento para instancias como el FBI.
A pesar de que la colaboración entre NIST y el FBI habría iniciado en el año 2014, es hasta ahora que se ha planteado llevar la plataforma al siguiente nivel, con la alimentación de más de 100 mil tatuajes en su base de datos, con información recolectada a partir de los archivos de los departamentos de policía de Michigan, Tennessee y Florida.
La idea es que a partir de estas nuevas entradas la plataforma pueda procesar y diagramar algunos patrones de interrelación entre los dueños de estos tatuajes y su historial criminal, para pulir un algoritmo que en su etapa culmen sería capaz de desplegar toda la información personal y vínculos del ciudadano intervenido.
El reclamo de EFF es bastante válido y la situación denunciada es grave, por todas las variables de intrusión y hasta violación a la libertad de expresión que involucra.
Se podría dar incluso el caso de terminar siendo afiliado a algún grupo delictivo simplemente por elegir un diseño vinculado de alguna forma negativa en el sistema.
Falta ver la respuesta del FBI, si es que habrá una.
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