Overwatch es un juego simple. La compañía ha hecho un montón por disfrazar esa simpleza en forma de contenido anexo, ya sea desde el diseño mismo de los personajes hasta todo el universo creado para el juego. También hay una historia que se cuenta a través de cortos animados -de gran calidad- y si se analiza la forma en que los fans se han enganchado con esas historias y esos personajes uno dice “guau, esto es algo muy grande”. Pero en el resumen, Overwatch es simple.
Mega refinado
Como todos los juegos de Blizzard, Overwatch es sólido en lo esencial y está super pulido, mega refinado. ¿Hay algún juego de la compañía que no lo esté? Desde los primeros Warcraft hasta el más reciente StarCraft II, pasando por Heroes of the Storm y HearthStone. Overwatch toma un género nuevo para la compañía y, como en los ejemplos anteriores, da en el clavo en cuanto a la jugabilidad.
Me imagino los documentos de diseño de Blizzard y pienso que en todos ellos estaba marcado con letras rojas que “menos es más”; en este caso, son apenas tres modos de juego por objetivos y todos bien similares entre sí, una decena de mapas, dos decenas de personajes diferentes y no mucho más.
Pero eso “poco” que tiene Overwatch es muy bueno. Los mapas tienen un diseño muy acorde para cada uno de los modos de juego y si visualmente ya son muy llamativos, la estructura de cada uno de ellos lo es más. Ya sea porque algunos se van abriendo a medida que dentro de una partida se completan objetivos, o bien porque todas las esquinas sirven para algún propósito. En general, ningún mapa es demasiado grande pero siempre queda la sensación de que los espacios se ocupan bien y sobre todo, que hay lugar para todos los personajes, sin importar a que distancia sean mejores o peores atacando.
Ver en YouTubeLuego, están los modos de juego que varían entre capturar una zona y quedarse en ella el tiempo suficiente para ganar la partida, llevar una carga desde un punto a otro mientras el rival intenta evitarlo o también una mezcla de ambos. Es interesante el hecho de que Overwatch no tiene listas de modos ni tampoco permite elegir entre uno u otro. Al momento de entrar a jugar en línea, el sistema "impone" el mapa y eso obliga, de alguna manera, a entender las reglas de todos los modos sin distinción.
Esto es un cambio y no menor respecto al shooter multijugador promedio. En el Call of Duty o Battlefield de turno es el jugador el que elige como quiere jugar. Esos juegos, además, basan su modelo en un modo de juego que no existe en Overwatch, como ser el duelo por equipos (Team Deathmatch). La propuesta de Blizzard, en cambio, es infinitamente más directa y más simplificada porque las reglas, durante todas la sesiones de juego, las ponen ellos.
Personajes para todos
Si en los modos de juego la variedad no es tan amplia, en el elenco de personajes pasa lo contrario. En total son 21, divididos en cuatro clases (ataque, defensa, apoyo, tanques) y dentro de esas clases hay también una buena variedad. No es lo mismo jugar con el estereotípico Soldier 76 que con Tracer, aún cuando ambos pertenecen a la misma clase. Y es esa diferencia entre cada personaje la que termina haciendo de Overwatch un juego diverso en cuanto a la forma de jugar.
Desde el principio de cada partida, Overwatch insiste que esto se trata de un juego colaborativo. Con cuestiones evidentes como, por ejemplo, indicar que tipo de héroe falta para balancear el equipo. O con detalles más sutiles pero igual de vitales y eso es: cambiar de personaje cuando la partida lo requiera. Sí, usar a Bastion puede ser muy efectivo de cara al contador de eliminaciones, pero un rival con Hanzo es un problema. Y en Overwatch no gana el que realiza más eliminaciones.
Aún con su envoltorio gracioso, semi infantil y muy Pixar, Overwatch es un juego muy competitivo que incentiva y premia el juego en equipo. ¿Se puede jugar en solitario? Por supuesto que sí, pero en mi caso y pasadas unas horas, empecé a sentir que necesitaba algo más en cuanto a los modos de juego.
Lo cual me lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿Para quién es Overwatch?
Hay varios perfiles que indudablemente están muy atraídos por la propuesta y el estilo de juego: los fanáticos del juego orientado a la competencia, principalmente. Y es que cuando hay objetivos de por medio, los lobos solitarios se sienten fuera de su hábitat por una cuestión natural.
Y ahí radica el “problema”, entre comillas, de Overwatch. Blizzard prometió más contenido gratuito y no cabe duda que así va a ser: mapas y héroes es lo primero, quien sabe si hasta modos de juego. Pero ahora la inversión es alta (USD $40 y $60) y además hay micropagos para conseguir objetos cosméticos que, más allá de los diseños para los personajes, no son nada especial.
Overwatch no es exactamente un juego para cualquiera.
Conclusión: Súper balanceado, pero le falta balance
Si hablamos exclusivamente de diseño y mecánicas de juego, Overwatch no falla. Intenta hacer pocas cosas, pero las hace de manera perfecta. El diseño de mapas es muy bueno, amén del balance entre personajes y el gunplay que cumple a cabalidad el modelo de “fácil de aprender, difícil de dominar”.
Pero aún con todas sus virtudes, me cuesta recomendar Overwatch a ciegas. Y es que, simplemente, ese modelo de shooter no es para mi y tampoco lo será para mucha gente. Después de varias horas, empecé a necesitar un modo tipo team deathmatch. Y de ahí empecé a pensar en una campaña individual y en un metajuego más acorde al slogan aquel de “el mundo necesita héroes”, porque una partida entre dos equipos llenos de Hanzos y Tracers y Widowmakers no hace mucho sentido con el conflicto global sobre el que se levanta su historia.
Overwatch es divertido, no cabe dudas que sí. Pero también es un juego divisivo que tiene su público objetivo bien claro. Los que estén en ese grupo, lo van a disfrutar (y seguir disfrutando) a concho. Todos los que estén (estemos fuera), me parece que no tanto.
Mirando lo que es Overwatch como producto terminado, siento que en Blizzard pasaron más tiempo diseñando héroes y cortos animados y menos diseñando modos, mapas y contenido jugable. Sí, les está yendo muy bien con la venta del juego y de las cajas de premios y aquello es para aplaudir, pero vale la pena una crítica: la sustancia de Overwatch necesita un mayor balance entre calidad y cantidad. Lo primero, sobra. Lo segundo, se queda corto. Y no hablamos de un juego free to play o de precio reducido, sino todo lo contrario.
El mundo necesita héroes, Overwatch necesita más contenido. |
Versiones de PlayStation 4 y PC analizadas. Copias de revisión facilitadas por Blizzard.
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