El servicio de streaming Netflix sigue innovando en el campo del entretenimiento y de la reproducción de material, ya que durante la última semana estrenó Chelsea, el primer talk show creado por la plataforma, conducido por la comediante Chelsea Handler y que es transmitido a 190 países al mismo tiempo durante los lunes, miércoles y viernes del año. Una producción que contó con un trabajo importante detrás y al que a continuación te contamos sus complicados pasos.
Uno de los principales desafíos que supuso para el equipo detrás de su realización fue el llevar el humor y sarcasmo de Handler a un lenguaje que fuera entendido por todas las audiencias. En ese sentido, Tracy Wright, directora de operaciones de contenido de la compañía, detalló que se debió contar con un grupo de traductores que manejaran tanto la jerga como la terminología estadounidense, además de expresiones locales. Estos profesionales trabajan con un documento maestro en inglés, desarrollado a través de la técnica “respeaking”, que apunta a la transcripción simultánea de los capítulos del programa. Además de esto, se tomaban notas en vivo para dar aviso a quienes estuvieran trabajando en la traducción con respecto a algunas palabras o conceptos que fueran complejas de entender.
En segunda instancia, la producción debió resolver el problema en torno a la plataforma y formato más adecuado para la audiencia. Chelsea es un talk show que se transmite al mismo tiempo en 20 idiomas, pero para lograr su éxito se debió estudiar algunos aspectos, como por ejemplo el que mantenga la frescura o actualidad de sus contenidos. Para ello, Jennifer Nieva, directora de innovación de productos del servicio, contó que se decidió destacar los episodios más recientes invirtiendo el orden de presentación de estos, poniendo el último programa al principio y así sucesivamente. De esta forma, la maratón de reproducción comienza en orden inverso, aunque se puede ver desde el método que más nos guste. No obstante, otro punto interesante es que se quitó la numeración de los capítulos, para que así no exista un orden estricto, lo que invitaba a los espectadores a que vieran el contenido que más les interesaba.
La idea de lo anterior era poder mezclar tanto la actualidad que suponen los talk shows con el estilo que tiene Netflix para reproducir sus contenidos, en el que no haya que estar sometidos a un formato en especial para poder disfrutarlo.
Por último, otro desafío era poder transmitir todo lo realizado en el programa a los distintos dispositivos de transmisión en menos de 3 horas. Para ello, David Ronca, director de tecnología de codificación de la plataforma y Vinod Viswanathan, director de ingeniería en la nube, revelaron que tuvieron que reducir los tiempos de codificación como nunca antes se hizo. Gracias a la implementación del flujo de trabajo de codificación paralelo (high quality encoding at scale en inglés), las producciones de la compañía se podían realizar en poco más de dos horas y media.
Sin embargo, con Chelsea, se debió reducir el tiempo de introducción y codificación a 30 minutos, con lo que se tenían solo 15 minutos para codificar todo el audio y video necesario para la producción. Para lograrlo, tuvieron que coordinar el trabajo de miles de máquinas en la nube de Amazon de modo que se ejecutara un flujo de trabajo paralelo más grande. El contenido se divide en fragmentos de 30 segundos y cada uno se procesa en paralelo. Tras finalizada la codificación, la infraestructura de entrega de contenido controla que se propague en todo el mundo por medio de la red Netflix Open Connect en menos de dos horas.
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