Estar cerca de una persona que se admira y que resulta inalcanzable se puede hacer realidad. Así lo hizo Ricky Ma, un diseñador gráfico de Hong Kong que cumplió su sueño de infancia al crear un robot de nada más y nada menos que de Scarlett Johansson.
Tardó un año y medio en replicar a la estrella de Hollywood y para eso invirtió más de 50 mil dólares y tuvo que aprender programación y electromecánica. El 70% del cuerpo del robot está hecho con impresión 3D y una capa de silicona simula su piel.
Aunque es evidente que se trata de Johansson, el diseñador no quiere confirmar la identidad de su inspiración que bautizó como Mark 1. Más que un androide de inteligencia artificial, se podría decir que el prototipo es una suerte de maniquí que cuenta con algunos movimientos mecánicos.
© ReutersMark 1 puede expresar una cantidad limitada de respuestas emocionales y sostiene una charla básica. Además tiene control de sus extremidades, ya que puede mover sus piernas, brazos y dedos.
Por ejemplo, su creador le dice que es linda y ella le responde con un guiño, una sonrisa y un gracias. Una respuesta básica que seguramente le sirve como consuelo a Ma de poder tener a su “amor platónico” al frente.
© ReutersAsí Ma se luce con su costosa creación que tiene como objetivo lograr que un inversionista le compre el prototipo y poder seguir construyendo nuevas versiones. Soñar no cuesta nada, al menos ya terminó el proceso de desarrollo.
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