La temporada de verano acaba de iniciar hace algunas semanas con el estreno de Batman V Superman: Dawn of Justice, y nos regala ahora el primer gran encuentro, un duelo de titanes entre casas editoras, con el arribo de Captain America: Civil War.
Se trata de una película que representa mucho para el Universo Cinematográfico Marvel (MCU por sus siglas en inglés), en razón de que es la cinta que da inicio a la Fase 3 de esta saga, a la par que será la respuesta directa a la franquicia de superhéroes recién iniciada por DC Comics y Warner.
Las comparativas serán obvias y no faltarán los comentarios en la red sobre la superioridad o inferioridad de una u otra. Pero aquí, para la presente reseña, nos centraremos más en la experiencia de presenciar como espectadores la totalidad de esta cinta como un producto único, aislados de la guerra entre editoriales.
Relativamente libre de spoilers, los apartados donde se abordan tendrán su advertencia previa. Esto significó para nosotros Captain America Civil War.
Una “adaptación” muy esperada
Desde el momento mismo en que inició la Fase 1 del MCU comenzaron las especulaciones sobre las probables cintas que serían producidas, la existencia de la primera Avengers abría prácticamente cualquier posibilidad, de modo que cuando se confirmó en 2014 que se adaptaría el arco de Civil War para la tercera cinta del Capitán América las expectativas se elevaron al cielo.
Civil War, saga publicada por Marvel Comics entre 2006 y 2007, fue escrita por el ahora autor de culto Mark Millar, y parte de un planteamiento interesante, con un dilema directo entre libertad y seguridad.
De algún modo esta historia se las arregló para convertirse en una de las más populares de los últimos tiempos, gracias al confrontamiento directo entre Iron Man y Capitán América, como líderes de grupos opuestos, con todas las consecuencias radicales que trajo para los personajes.
Aún así, en su momento Civil War fue duramente criticada, incluso a grado académico, por el acto de desvirtuar las cualidades y comportamientos clásicos de algunos personajes, a favor de encajar y maquinar el conflicto de la historia, así como por su abrupto desenlace, que no se mantuvo a la altura de lo planteado originalmente.
Se trataba de un gran planteamiento con algunas fallas de ejecución. La misión de los hermanos Russo era extraordinariamente complicada, su parrilla de superhéroes era considerablemente más reducida que la del cómic, y la resolución de la trama estaba condicionada directamente por las siguiente películas, que en algunos casos ni siquiera han iniciado aún su etapa de producción.
Bajo esta perspectiva, lo más sensato es concluir que el respeto a la esencia básica del cómic debería ser considerado como el punto crucial para valorar la adaptación, y lo que determinaría el acierto o fallo en este terreno de la película.
Pero gratamente descubrimos que Captain America: Civil War tenía mucho más qué ofrecer.
Civil War aplasta a Age of Ultron (y otros aciertos)
Sin entrar al terreno de los spoilers directos, podemos señalar algunos grandes aciertos que ha logrado Captain America: Civil War.
Se trata de una adaptación brillante que aprovecha sus piezas al máximo, para respetar el material original, pulir sus partes débiles y potenciar el drama en razón de la profundidad y matices de estos personajes que llevan varias cintas en su trayectoria. Logrando con ello plantear las bases complicadísimas pero muy prometedoras de lo que será Infinity War.
Captain America: Civil War es un parteaguas en la historia de todos los involucrados, un punto sin retorno, después de lo sucedido en esta cinta nada volverá a ser igual para ellos.
El incidente que da inicio a todo el conflicto del registro aquí es mucho más coherente, efectivo y crudo que el mostrado en el cómic. Lo mismo sucede con la integración de los equipos en ambos bandos, sus posturas individuales y la resolución que tiene cada uno de los involucrados, particularmente el Capitán América y Iron Man.
Otro elemento acertado de la película es que no se centra meramente en un conflicto político, con paralelismos históricos a episodios incómodos de la historia de la humanidad, sino que además en medio de todo eso hay bastantes factores dramáticos y emocionales, donde la traición y la amistad intervienen en todos sus matices para darle una auténtica profundidad a la trama y los personajes.
Los hermanos Russo repiten la fórmula que ejecutaron en The Winter Soldier, haciendo un thiller de espionaje de ritmo trepidante, pero a su vez han logrado la película más cruda, violenta y sórdida del Universo Marvel, emulando esas intenciones oscuras, rudas y existencialistas del Batman planteado por Christopher Nolan, pero con algunas distinciones que dejarán más satisfecha a buena parte de la audiencia.
Es un triunfo en diversos aspectos y merece verse más de una ocasión.
Vengan los Spoilers
ALERTA SPOILER: El subtítulo lo advierte. Se recomienda discreción, a menos que ya hayan visto la cinta.
Existen algunos giros brillantes en la ejecución de Captain America: Civil War. El asunto de la participación de Spider-Man apuntaba inicialmente a un breve cameo, pero terminamos descubriendo por sorpresa que representó la bienvenida, introducción y exhibición de la apuesta de Marvel por su personaje más entrañable.
Bastaron 15 minutos en pantalla para que quedara sepultada la fanfarrona interpretación de Andrew Garfield con sus movimientos recargados de CGI. Este nuevo trepamuros está más emparentado con el de las últimas dos series animadas, sus acrobacias lucen más humanas, tiene acento de Queens, recupera el sentido del humor distintivo de antaño en los cómics y cuenta por fin con una historia verosímil sobre cómo obtuvo su traje.
El desenlace del cómic de Civil War parecía obligar a alguna tragedia seria para el último acto de la película, pero en lugar de eso fue resuelto de manera astuta con el accidente de Rhodey en la pelea grupal y el round final entre Stark y el Cap.
Steve Rogers se mantiene fiel a su irritante esencia, recta, ética, ñoña, de Boy Scout, lo que lo enaltece al mismo tiempo que casi lo ridiculiza y lo lleva al extremo, con Tony Stark como contraparte, contrapeso y segundo motor de esta trama, con algo que inicia como una lucha de egos detonada por un cargo de conciencia y que deriva en la urgencia de una venganza personal por un conflicto paternal no resuelto.
El villano, sus motivaciones y su forma de maquilar el conflicto es relativamente débil, pero eso queda en segundo plano, ya que el foco del planteamiento es la lucha interna entre los héroes, que aquí se convierten en víctimas de su propio código moral, su pasado y su incapacidad de actuar con sensatez.
Todos son culpables, todos cometen errores, y todo lleva a una fragmentación que obliga a un nuevo inicio.
Al momento de redactar esto Captain America: Civil War cuenta con un récord verde en Metacritic de 81 puntos, superando a los 69 de la primera Avengers y aplastando a Batman V Superman: Dawn of Justice que apenas logró los 44. Mientras, en Rotten Tomatoes cuenta con un certificado de frescura del 94% y un 99% de usuarios que manifiestan su interés por verla.
Parecen cifras fuera de toda proporción, y podría apuntar a que se trata de una película sobrevalorada para más de uno.
Pero quien diga que Civil War es el evento que Age of Ultron debió ser, y una de las películas más entretenidas y sólidas del año tendrá argumentos de sobra para demostrarlo.
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