Ha pasado más de medio año desde que Microsoft lanzó la primera compilación de Windows 10, disponible como actualización gratuita para las versiones Windows 7 y 8.1. El tiempo no ha pasado en vano y, desde su lanzamiento, hasta el pasado mes de enero, consiguió 200 millones de usuarios, posicionándose como el segundo sistema operativo más usado.
Durante el marco de la BUILD 2016, Microsoft presumió que 70 millones de personas adoptaron Windows 10 en el transcurso de apenas tres meses, alcanzando una cifra total de 270 millones de usuarios. Se trata de la versión de Windows con la adopción más rápida, superando con creces a Windows 7 y 8.1.
Con la introducción de 500 nuevos dispositivos diseñados para Windows 10, la compañía de Redmond continúa en el camino de la ambición para alcanzar las mil millones de instalaciones en 2018. Sin embargo, la tendencia de crecimiento indicaría que no logrará alcanzar la meta a tiempo, sin considerar que la actualización gratuita dejará de estar disponible en julio.
Quizá Microsoft tenga una mejor estrategia que recomendar la actualización a Windows 10 o forzar la transición desde Windows 7 y 8.1, como se reportó hace un par semanas. Será cuestión de tiempo para conocer los nuevos planes de la compañía, principalmente a corto plazo.
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