Un grupo de científicos acaba de lanzar en Kickstarter uno de los proyectos más atrevidos de los que se tenga memoria: quieren construir un cohete, lleno de tus selfies, para lanzarlo a la luna; pero en realidad todo es más ambicioso y menos banal de lo que parece, casi.
El momento de fe ciega en plataformas de crowdfunding ha terminado. Las personas que aportan su dinero desean una mayor certeza y una mejor recompensa para convencerse de invertir. El mejor ejemplo de esto lo encontramos en Apollo: The Panoramas.
Es por ello que los chicos detrás del Proyecto Moonspike, que tiene por objetivo ser el primer cohete no construido por una agencia espacial que viaje a la luna, ha ofrecido como un beneficio para sus inversores la oportunidad de llevar sus fotografías personales, o cualquier otro dato de su preferencia, al espacio exterior dentro de la nave.
Siguiendo los pasos de Space X, pero enfocados en la luna, Moonspike busca financiarse únicamente con los fondos obtenidos a través de Kickstarter, por lo que la meta es bastante elevada: £600.000, lo que equivale virtualmente a un millón de dólares, durante sus primeras horas han tenido buena respuesta pero es demasiado pronto para estimar su éxito o fracaso.
El equipo detrás de Moonspike no son ningunos aficionados, aunque, sin embargo, su proyecto no posee ninguna finalidad científica más allá de comprobar que se puede financiar el lanzamiento de un cohete por fuera del sistema tradicional.
Las fotografías de los inversores irán en la nave, dentro de una suerte de bóveda de seguridad protegida por un escudo de antiradiación, y eso, a final de cuentas, es lo que justificará su creación.
Hay demasiado obstáculos legales y técnicos por librar, pero si lo logran harán historia.
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