El modelo de actualización de un sistema operativo para computadora tuvo un parteaguas con el lanzamiento de Windows 10, luego que éste se descargara automáticamente y, en algunos cosas, se instalara sin autorización del usuario. Las medidas de su responsable, Microsoft, no fueron certeras y por ello la empresa fue duramente criticada.
Sin embargo, una de esas medidas fue adoptada por Apple para el nuevo macOS, la evolución de OS X. Sierra, la actualización importante más reciente para el sistema operativo, se está descargando automáticamente en computadoras con las versiones 10.11.5 y 10.11.6, con algunas excepciones, de acuerdo con información de ComputerWorld.
La principal diferencia con respecto a Windows 10 es que macOS Sierra no intenta instalarse sin autorización. En su lugar, el usuario es notificado para aceptar la instalación o rechazarla. Además, la actualización de aproximadamente 4.8 GB no se descarga en computadoras con poco almacenamiento o bajo conexiones de red limitadas, por ejemplo, usando un smartphone como módem.
Dicha actualización a la versión 10.12 del sistema operativo de Apple se descarga sólo si la computadora tiene habilitada la descarga automática de actualizaciones en segundo plano, por defecto habilitada en una Mac.
A decir verdad, tanto en Windows como en OS X no es novedad que una actualización se descargue e instale por sí sola, como se acostumbra con los parches, pero con Windows 10 y macOS Sierra, respectivamente, es la primera vez que una actualización importante se descarga automáticamente.
Personalmente, no comprendo a quienes desean estar al día con las actualizaciones, pero critican que éstas se descarguen e instalen automáticamente. Sucede con los dispositivos móviles y nadie se queja, entonces, ¿por qué hacerlo cuando se trata de un sistema operativo para computadora? Supongo que debe ser todo un misterio.
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