Los últimos días han sido cruciales para Samsung. Luego de lidiar por semanas tratando de replicar el problema de las baterías explosivas, el fabricante decidió cortar por lo sano con la producción del Galaxy Note 7. Las razones son varias; de entrada Samsung dice que la seguridad del usuario es primero y no es para menos. Reportes de incendios, quemaduras de hasta tercer grado están llegando a los tribunales de Estados Unidos.
Para el tiempo en que Samsung encuentre la solución al problema tal vez sea demasiado tarde. Los ingenieros de la compañía no han sido capaces de encontrar la causa de por qué las baterías estallan. De pasar más tiempo, la marca no solo perdería dinero sino también prestigio.
La pérdida de confianza es más importante que el dinero
Al igual que otros fabricantes, Samsung lanza dos teléfonos gama alta por año. El próximo en la lista es el Galaxy S8, planeado para anunciarse durante el primer trimestre del 2017. ¿Cuánto afectará el incidente del Note 7 al Galaxy S8? Honestamente no sabemos, aunque suponemos que más de uno esperará algunas semanas para asegurarse que no hay problemas antes de aventurarse a abrir la cartera.
Lo que sí sabemos es que el Note 7 dejará marcado a Samsung. No es que la compañía vaya a perder el primer lugar de manera instantánea, aunque cedería terreno a otros fabricantes como Apple o incluso Huawei que pelean en las primeras tres posiciones. Tampoco quedará en la bancarrota, no olvidemos que Samsung también fabrica chips para otras compañías de renombre, al igual que mantiene una posición fuerte en otras líneas de electrónicos.
El diario coreano Chosun Ilbo (vía NYT) dice que la pérdida de confianza del consumidor no se puede medir en términos de dinero. Es triste que esto ocurra con Samsung en un momento en el que había ganado la preferencia de muchos usuarios.
Luego de años de experimentos fallidos, la empresa encontró finalmente el camino con el Galaxy S6 edge, uno de los teléfonos con mejor diseño. Incluso su sucesor fue catalogado como el mejor teléfono por los Mobile Choice Awards. Si bien la tendencia de imitar a Apple en ciertos aspectos no se ha acabado, es un hecho que ya no es tan evidente como los primeros dos Galaxy S.
Samsung tendrá que hacer algo extraordinario con el Galaxy S8 y el próximo Note. Tal vez dejar de apurar la producción con tal de competir contra el iPhone sea una buena opción. Otra sería ofrecer la posibilidad de intercambiar la batería como con el Note 4, algo que muy pocos hacen hoy en día y que seguramente le habría ahorrado una millonada en el caso Note 7.
La compañía tiene mucho terreno que abarcar. El Note 7 no es el único gran fail del fabricante en. El PenGate, el diseño de TouchWiz o una gama media o baja tan mediocre (y cara) que no es capaz de competir contra los chinos, forman parte de la lista.
¿Cuál es el gran fail de Samsung?
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